El Castillo de Moraira sabemos que será una de las primeras vistas en llamarte la atención cuando te acerques a la zona. Es muy difícil no fijarse en él, ya que se alza dominando la costa del municipio. Es muy fácil imaginar todas las aventuras que debieron suceder en esta parte de la Costa Blanca.
El Castillo fue construido a mediados el siglo XVIII y siempre con el objetivo de defender las costas de los ataques que propiciaban los piratas berberiscos. Estos piratas procedían de diferentes localizaciones, como de Marruecos, de Argel o de Túnez. No solo buscaban abordar a otros barcos, sino que sus pretensiones les acercaban a los territorios interiores en busca de esclavos para el comercio.
A día de hoy, tan solo es una reconstrucción de lo que un día fue. Pero... ¿Qué pasó con el original? Fue destruido por asaltantes ingleses en el año 1801. A día de hoy, es un edificio con planta de pata de buey y con una fachada semicircular que está mirando hacia el sur. Las paredes cuentan con una altura de 10 metros y están fortificadas con mampostería ordinaria y revestidas por sillares de piedra originales de esta misma costa. Además, en el rincón más cercano a poniente aún se puede apreciar el arranque de lo que fue un alojamiento de vigilancia nocturna.
Aquel antiguo interior está partido en tres. El espacio central tenía unos 200 metros de superficie y los espacios laterales eran más pequeños. Originalmente, estaban cubiertos por bóvedas y su única iluminación eran las pocas ventanas de la fachada. Esto le sumaba mayor inaccesibilidad, contundencia y robustez para los enemigos y los invasores.
Frente a la puerta del Castillo, puedes ver una pequeña ermita. Lo más probable es que, en la construcción original, estuviese en el interior de la fortaleza. Cerca de aquí, aún puedes encontrar un aljibe de agua que era útil para abastecer a los habitantes del castillo.
Actualmente, no solo puedes visitarlo por fuera contemplando las panorámicas que ofrece, sino que puede acceder al interior. Dentro te está esperando un museo de carácter audiovisual sobre el Mar Mediterráneo y la piratería histórica que surcaban aquel pasado litoral. ¿Qué mejor manera de acercarte a los tiempos en los que el Castillo era todo un gran baluarte de la Costa Blanca?
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